Mientras en clase de hoy se hablaba del suicidio, una idea se paseo por mi mente. Si tuviera un arma apuntando a mi cabeza en las manos, yo jalaría el gatillo. Supongo que de alguna forma siempre he sido consiente de esta idea que tengo. Muy a menudo, cuando cruzo las grandes avenidas, me siento tentada a arrojarme frente a un coche, deteniéndome solamente el hecho de que hay probabilidades que ese acto no me mata y solo arruine más mi vida. Cuando cruzo puentes, cuando camino por el anden del metro, me veo como una extraña que se arroja al vacío y se deja llevar. Imagino la reacción de las personas. Uno de mis pensamientos más frecuentes es yo futuro, con acceso a benzodiazepinas y alcohol.Y aunque con todas estas ideas, en ocasiones me detengo a reflexionar en mi familia, sinceramente no me importa que puedan pensar ellos de lo que yo haga.
Así que hoy me doy cuenta que mi vida no se esta volviendo ese cuento maravilloso que yo pretendo que es. Quizá ahora tengo momentos de felicidad y aunque se que la felicidad no puede ser permanente, la sensación cuando llego a casa y me encuentro sola en mi cama, solo puedo repetirme a mi misma lo desgraciada que soy, me odio y por más que he luchado contra eso, no ha cambiado, solo se ha ido escondiendo más y más.
Probablemente nunca haga nada al respecto de mis numerosas ideas suicidas, eso requeriría algo que yo no tengo: Coraje y valor. Soy tan cobarde que ni siquiera me atrevo a tomar la que dicen es la salida de los cobardes. Lo más probable es que termine sola, amargada y muriendo de alguna enfermedad rodeada de familiares y amigos a lo cuales muy dentro de mi, se que no amo. Si ni siquiera estoy segura de saber que es el amor, ¿como saber si lo siento? ¿o si alguna vez lo he sentido?
Si alguien de quienes me conocen personalmente leen esto, probablemente se asusten. No lo hagan, llevo 10 años viviendo con esto y voy a vivir toda mi vida con esta sensación de vacío. No me pienso matar, no hay de que alarmarse, solo son ideas que mi mente se niega a liberar. El problema soy yo, siempre lo he sabido, siempre lo sabré y por lo tanto siempre lo seré. Lo único que se puede hacer en casos como el mío, es ignorarme, porque estoy loca y nadie quiere un loco cerca de su vida.