Y te vi a lo lejos mirando al infinito. Luego por unos maravillosos instantes creí que yo era el objeto de tu mirada. Tú lo eras de la mía. Pero cuando camine, tu mirada no me siguió, continúo enfrascada en el horizonte, absorta, perdida, hermosa. Entonces desapareciste y me quede con tu imagen clavada en mis recuerdos. Para siempre
Sharon Eliana