Es increíble lo rápido que se apodera de mi la nostalgia. Llevo mucho tiempo tratando de convencerme a mi misma de que es tristeza, pero recientes acontecimientos me hacen darme cuenta de que estoy deprimida. Es depresión porque no tengo razón alguna para estar triste —quitando el hecho de que la escuela no va tan bien como me gustaría— es una depresión que lleva ya casi diez años instalándose en mi. Una depresión muy curiosa que no me deja disfrutar de nada, no me deja acercarme a nadie. Me aísla. Me siento cada vez más vacía, más derrotada y más miserable. 

Tengo ganas de escribir y no se que hacer. Tengo ganas de escribir y no se a que escribirle. No se a quien. No tengo un que. Tengo ganas de escribir y no tengo una buena razón. 

Voy a divagar y repetir lo mismo una y otra vez. Voy a darle vueltas a las situación en que estoy pero de la cual no estoy muy segura de estar. Voy a repetirme una y otra vez la cobardía que me invade cuando pienso en los cambios. Voy a caminar en mi mente y tomar aire fresco. Voy a brincar por mi laberinto personal, voy a encontrar la salida porque ya llevo mucho tiempo perdida. Voy a crear un mapa que me ayude a salir cada vez que caiga en él. Voy a memorizar sus vueltas. Voy a llegar al centro de todo porque es donde esta el paraíso. Voy a salir pero me voy a quedar. 

Me pregunto muchas veces porqué soy así, porque tengo que ser tan consciente de que la vida es una mierda, que tal como la vivimos, tal como la sociedad nos impone una rutina, unas obligaciones, unas normas, unas prohibiciones, es difícil vivir, es un sinsentido, esto no es vida, y a veces pienso que para vivir así, mejor no vivir.
Hay quién se pone metas, objetivos, cree en algo: en un dios, en el amor, pero es difícil creer en algo, sino crees siquiera en ti mismo y en que tiene algún sentido el que cada día te levantes, vayas al trabajo, te conviertas en una especie de máquina durante unas ocho horas y luego vuelta a casa, y así día tras día.

Nadie está contento y sin embargo no hacemos nada por cambiar las cosas porque no sabemos qué es lo que podemos hacer, no sabemos cual es la solución porque no la hay, la única solución, y aunque parezca absurda, es vivir en una dulce ignorancia, ser un iluso, un estúpido que no piensa ni ve más allá que lo que alcance su mirada. No aspirar a nada más que las migajas del pastel que caigan en tus manos, y ya está, ser un conformista, sin apenas voluntad ni decisión, una especie de marioneta que ni de moverse se preocupa porque ya hay otros que se encargan de ello.

Cioran Emil / Tormentos / En plena tempestad (fragmento)

Y él que solo quería acostarse con ella, acabo por verla dormir. Terminó por secar sus lágrimas, escuchar sus problemas y lléndola a recoger después de las clases. 

Él, que solo quería tocar su cuerpo, acabo por llevarla de la mano por la calle. 

Él, que solo quería un lío de una noche, se convirtió en adicto de sus besos, de su pelo, de ella.

Pasó de querer comérsela a querer comerse el mundo con ella.

Quisiera poder sentirme bien. No quiero tener un estado de felicidad continua, pero quisiera al menos estar tranquila. Mi cabeza es un infierno y me quema intensamente. No puedo arrastrar a nadie conmigo, no puedo hacer eso porque si hago eso, la sensación de quemadura sería peor y no lo podría soportar.
Ya no se quien soy, no me conozco y me asusta mucho pensar en que hay un futuro. Quisiera no tenerlo, quisiera irme de este lugar, estar lejos. Quisiera que todo fuera tan sencillo como un objeto punzocortante. Ya no puedo con esto, no me mata solo me hiere y me deja al borde de un abismo donde lo único que me detiene son mis estúpidas añoranzas. Quiero que todos se alejen, que todos se vayan y me dejen tranquila. Quiero que todos corran lo más lejos posible de mi, destruirme a mi misma ya es difícil. Porque siento que todos son mejores que yo, que yo no valgo nada y que si no existiera no pasaría nada. No necesito nada. Es que mi único deseo en la vida es estar bien conmigo misma, pero parece que va a ser cierta lo de que el mundo no es una fabrica de cumplir deseos. Quisiera morirme de una vez.

Un adiós.

No he estado mucho por blogger, al menos no de forma activa, porque honestamente me siento demasiado triste. No quiero andar vaciando toda la frustración que siento aquí o en los blogs de los demás. Solo estoy triste y hasta que no lo logre verdaderamente superar, me voy a mantener al margen. No abandonare esto pero ya no estaré activa, con esto me refiero a que no comentare en ningún blog o haré entradas demasiado personales. Siéntanse libres de dejar este lugar y si quieren seguir visitándome, bienvenidas serán. Así, que supongo que esto es un adiós.