Hay momentos en los que río tanto que de alguna forma acabo llorando y existen otros, los peores en los que lloro con tantas ganas, que termino riendo, carcajadas, maniática y burlándome de esta piltrafa que soy.
Pero no estoy sola. Eso me agrada. Siempre me ancla al suelo. Me hace recordar. Sonreír. Y entonces, recuerdo que no estoy tan mal. No estoy tan mal.
1 comentario:
Me encanta, me hace acordar a mi situación actual.
¡Suerte!
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