Ours

Ayer tuve uno de esos encuentros que te hacen reflexionar acerca de tu vida. Fue con un ex compañero de la prepa. No digo amigo porque definitivamente no lo era. Era una de esas personas que siempre ves y que saludas conuna sonrisa. En fin, recuerdo que solo hable una vez con él en tpda la preparatoria. Fue cuando comenzábamos a elegir nuestro futuro. Ambos coincidimos en que queríamos estudiar medicina. La diferencia: Mis padres siempre me alentaron. A él lo desanimaban diciéndole que no podría lograrlo.

En fin, pasó el tiempo y ya nunca volvimos a hablar. Yo presente y quede aceptada. Él no quedo.

Yo ahora estoy en tercer semestre y el sigue luchando por entrar. Lo veo decidido y de verdad deseo que este ahí. Ayer que lo vi de nuevo algo en mi cabeza me dijo que yo estaba siendo una impostora. Yo no debería estar ahí. No hago lo suficiente, me distraigo con vanalidades en lugar de estudiar, mis calificaciones son vergonzosas y él sigue luchando y sufriendo por querer cumplir su sueño.

“Veo a un doctor y me duele en el alma”, fueron las palabras exactas que uso y que me hicieron darme cuenta de que no estoy haciendo lo necesario. Necesitaba enfoque y él me lo dio. No he dejado de pensar en eso desde ayer. Y me sirvió mucho, ahora se que debo ser mejor. Y debo orar diariamente para quel al igual que yo, tenga la oportunidad de cumplir su meta.