El gato miraba a la Luna porque era un gato utópico.
El gato maullaba a la luna porque aunque alguien le había dicho que los gatos no viajan a la Luna, él, era un gato utópico.
Alguien también le había dicho a Neil: "Jamás llegarás a la Luna".
Alguien muy parecido le había dicho a Martin: "Jamás un negro votará en este país".
Alguien había mirado con desprecio al diminuto Mohandas y le había dicho: "Jamás tu país será libre".
Otro alguien (nunca es el mismo), le había dicho a Yuri: "Jamás nadie volará por el espacio".
Alguien más le dijo a Albert: "Jamás serás nadie".
Alguien le dijo a Mary: "Jamás las mujeres escribirán como los hombres".
Alguien le dijo a Nelson: "Jamás tu pueblo dejará de ser esclavo".
Alguien le dijo a Hipatia: "Jamás las mujeres harán ciencias".
Alguien le dijo alguna vez a otra Mary: "Jamás una mujer será alguien en la medicina".
Alguien le dijo a Giordano: "Jamás habrá más mundo que éste".
Alguien le dijo a Stephen: "Jamás harás algo importante".
Alguien le dijo a Augusto: "Jamás tu Nicaragua será libre".
Alguien le dijo a José: "Jamás tu Cuba será libre y soberana".
Alguien le dijo a otro José: "Jamás la libertad llegará sin más allí donde pises".
Alguien le dijo a Simón: "Jamás la libertad llegará sin más allí donde pises".
Alguien le dijo a Salvador: "Jamás nadie volverá a recordarte a ti o a tus palabras".
Alguien le dijo a Nikola: "Jamás tus inventos servirán para nada".
Alguien le dijo a Julio: "Jamás tus sueños pasarán de fantasías".
Alguien le dijo a Leónidas: "Jamás tan pocos podrán resistir a tantos"...
Siempre habrá quienes tras de sí nos dejen un mundo nuevo y otros, que a la vista del mundo que recibieron, dirán que otro mundo es imposible. Que son vanos los sueños y que nada vale la pena.
Por eso los que no sueñan son los que viven en otro mundo sin saber nada de éste.
Son los vencidos, los perdidos, los que nunca serán nadie porque piensan ellos mismos que no pueden serlo.
La utopía es la patria humana que aún no llega, pero de la que no nos faltan sus adelantados.
Por eso, y sólo por eso, el gato utópico seguía mirando a la Luna...
Porque era un gato utópico.
Jacques Pierre
6 comentarios:
Me gusta... :)
Por mucho que digan, solo nosotros podemos conseguir nuestros sueños si no los abandonamos ^^
Me ha gustado^^
besos
Muy buen texto y tiene mucha razón, muchas personas nos dirán que no vamos a conseguir nuestros sueños, pero si seguimos luchando, y soñando, algún día se harán realidad
un beso
Precioso!
De esos textos con moraleja!
Un besito!^^
Precioso!
¿Cuándo aprenderemos a escucharnos a nosotros mismos antes que a los "alguien"?
Muy de acuerdo contigo.
Creo que ese alguien fue un soñador que no logró lo que deseó por no intentarlo, y su decepción hace desilucionar a los demás, lo que lo vuelve un pesimista. Pero siempre habrá oportunidad para que otro le diga que sí se puede; creo que ese es el acto más utópico y fructífero de todos.
Es una entrada muy original, sigue así :)
Publicar un comentario