—Estoy muy cansada-susurro ella recargándose en el hombro de su amigo—No he podido dormir bien en varios días.
—¿Alguna razón en especifico?
—No se, todas las noches mientras intento dormir, una sensación de vacío me invade, algo me falta.
Ambos guardaron silencio, era una mañana clara y faltaban unos minutos para la próxima clase. Recargada en ese comprensivo hombro, cerró los ojos, el aire fresco le provoco escalofríos y sonrió. De pronto, sintió una tibia mano recorrer su mejilla. Suspiro fuertemente y de pronto un beso en la coronilla la sorprendió y abrió los ojos. Somnolienta miro al joven con una mirada de desconcierto y se alejo un poco de él. Y de pronto sin darle tiempo a pensar él la beso en los labios. Un beso simple, un beso que la obligo a cerrar los ojos, un beso que lleno todo su ser de un calor desconocido. Por un instante fueron uno solo, un ente al que no le falta nada. Cuando él se alejo, se miraron algo preocupados, él fue el primero en levantarse. Ella lo siguió.
— ¿Qué fue eso?—pregunto ella siguiéndole el paso
—Un beso
— ¿Solo un beso?
—Eso espero
—Eso espero…
Sharon Eliana
FICCIÓN
1 comentario:
Me ha encantado, precioso!! Me gustaría vivir un momento así, pero al final todos los tíos salen rana
un beso
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