Es increíble lo fácil que unas pocas palabras pueden hacerle a una persona.
Las palabras son poderosas. Te pueden alegrar, te pueden sorprender, te pueden derrumbar, te pueden destruir. Pueden hacerlo tan fácil como un golpe.
Es tanto, lo poco que interesa la salud mental, la estabilidad, el hacer sentir bien a los demás, porque si, lo material es importante, pero, ¿y el alma? También necesita alimento. Necesita fortalecerse para sentirse sana.
¿De qué nos sirve romper? ¿De qué nos sirve destruir? ¿De qué nos sirve acabar con un espíritu ajeno?
Sentir emoción, sentir placer al sentir el sufrimiento de los demás, es algo real. Algo que todos experimentan alguna vez, esa sensación de poder.
Da miedo.
Da miedo saber, lo sencillo que es destruir el interior de un humano.
2 comentarios:
Tienes razón, las palabras hacen daño y hay gente que disfruta con eso.
Un día lo intente, ver si se disfrutaba y no no puedo hacer daño a nadie (ni a las zorras de mi pueblo)
un beso
Tienes razón, las palabras hacen daño y hay gente que disfruta con eso.
Un día lo intente, ver si se disfrutaba y no no puedo hacer daño a nadie (ni a las zorras de mi pueblo)
un beso
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