Tengo muchos conflictos internos en este momento. No me siento con la capacidad necesaria para exponerlos. Últimamente he estado perdiendo la poca habilidad que tenia para escribir lo que siento. Me he dedicado exclusivamente a leer. A leer y a sentirme identificada con miles de almas que se sintieron de forma parecida a como me siento yo en este instante.
Pero a decir verdad, la realidad es que no tengo idea de nada. Siento un vació que de alguna forma se encuentra repleto. Es como si quisiera abrir algo nuevo en mi cabeza, como si me estuviera acechando a la espera de poder colarse en el desastre que tengo por mente.
Tengo miles de escenarios distintos en mi mente. Tengo más miedo del normal y al mismo tiempo estoy feliz. Quisiera poder modificar mi subconsciente, el maldito solo me trae problemas.
Curiosamente, revisando todo lo que escribo, me percate de que en estas fechas siempre me siento de esta forma. Impotente, frustrada, enojada y es la época en la que los monstruos que llevo dentro salen a atacar. No se si sea el estrés de avanzar. Porque tengo miedo de avanzar. Pero al mismo tiempo es lo que más deseo. Avanzando he conocido gente maravillosa. Han entrado a mi vida personas que no tenía la idea que existían pero que me hacen sentir bien con quien soy. Mi mayor deseo es poder expresar todo esto que siento. Pero es difícil, siempre se queda atrapado en mi interior. Toda mi emoción, mis ilusiones, mis razones y mis sensaciones se quedan atrapadas en algún lugar donde lo único que ocurre es que son reprimidas por mi estúpida cabeza en lugar de salir a flote y mostrarse.
Sin embargo, estoy avanzando. La vida no se detiene, me sigue imponiendo retos y de alguno forma u otra los voy cumpliendo. Es duro, es pesado. Pero es la vida. Y tiene que seguir.
Sharon Eliana
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